sábado, 28 de enero de 2012

Dejarse alcanzar

Tiene el augurio un regusto trágico, una mezcla de letras que invita a dejarse inspirar por el oscuro universo de la profecía, de la negra memoria del presentimiento. Siglos de letras, siglos de palabras, nos hablan del augurio oscuro, de la piel erizada, de la mala noticia.

No sé si lo saben, pero no es más que es una trampa.

Una trampa más. Trampa de esqueleto, de molde, de vehículo equívoco. José María Gómez Valero sabe mucho de esas trampas y también lo saben sus Augurios, peleando por rebosar esos límites estrechos entre las vocales, entre las letras y las experiencias, entre los huecos de la memoria. Cayendo, resbalados, donde se acaba un verso. Donde empieza el siguiente. 

 CASA CONOCIDA
Se vierte en la noche 
la oscuridad del pozo
Observa este paso
que das, y este paso
que no das.

Los augurios de Valero a veces son oscuros, otras luminosos. Destellos del destino que se filtran para hablarnos de sol, de esperanza, de individuos que se escapan de sus cárceles invisibles.  Sólo un libro de Gómez Valero podía encerrar tanto en tan pocas páginas, páginas con vocación de asombro, palabras que rasgan el mundo, su mundo, nuestro mundo, dejándose arrastrar por una fuerza que se interesa más por lo que puede ser, por lo que se infiere o se intuye, que por lo que es. 

¿Por qué hay algo que se atreva ser así, cerrado, simplemente?

El lenguaje como trampa, el lenguaje como redención, el juego de las letras para hablar de los destinos que se sienten, de las vidas que ocurren mientras le ponemos nombre a nuestras vidas. El lenguaje como límite y el límite como objetivo, para rebosarlo, para desbordarlo en palabriznas y dedosombras.

Encontramos en estos augurios un militante gusto por retorcer estructuras. Poesía que cuenta historias, historias que son poesía.

ABATIMIENTOS
Me pesa mi persona
dijo la sombra.

Las cuatro partes que dividen este pequeño libro brutal desnudan ese universo sin nombre que todos conocemos y sólo unos pocos –Valero entre ellos- se atreven a rozar. A acariciar apenas con la afilada piel de un verso. Si esta vocación se intuía ya en poemarios como Miénteme (Qüasyeditorial, Sevilla, 1997),  El libro de los simulacros (Ayuntamiento de Lepe, Huelva, 1999), Travesía encendida (Vitruvio, Madrid, 2005)  o  Lenguajes, editado por César Sastre (colección Carne y Sueño, 2007), en Los Augurios se pone sobre la mesa con una madurez que no fija cosas, sino todo lo contrario.

Premio Internacional Alegría de Poesía, Los Augurios de Valero hablan de la lucha –de la íntima, de la propia, de la ajena y colectiva-, pero también de la esperanza, de un hombre en resistencia, como la poesía que él –Valero y también los suyos- pelean, sin quererlo, o mejor dicho queriéndolo, queriéndolo mucho, contra las normas rígidas del academicismo. Forman parte de esta poesía militante sus trabajos junto a La Palabra Itinerante con los que ha llevado a escena espectáculos como “Todo se entiende sólo a medias” o el actual “Su mal espanta” con el que están en gira por España. Forman parte de esta militancia de palabras sus actividades en torno a la pedagogía poética en la que ésta, la poética, escapa de las estanterías polvorientas del culto al libro para perderse en talleres, recitales y otras formas de compartir. De compartir la palabra.

Los augurios de Valero hablan de la lucha, por eso uno termina de encontrarse con ellos con una plácida sensación de triunfo, de haber vencido, al menos durante unos segundos, a la red, a la malla, al imperio del signo y el significado, al código conocido, al tedio. Caminan los versos de este libro por los caminos del mundo hasta converger algo tan sencillo, o tan complejo como el amor. Un amor libertador que tampoco conoce un nombre sino muchos. O ninguno.

JUEGOS REUNIDOS
Dados en blanco
para perder
cada partida
contigo.

Dados en blanco

y en aire.

Esta no tenía que ser una presentación larga, porque la magia de los augurios es dejar que sean, dejarse alcanzar por ellos...


Presentación de la lectura del poemario Los Augurios. Leída ayer en La Clandestina por esta servidora muy orgullosa de presentar páginas tan tan maravillosas :) 


José María Gómez Valero. Los augurios (Premio Alegría de Poesía 2011). Barcelona: Icaria, 2011. 74 págs. ISBN: 978/84/9888/386/2

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